En el corazón del distrito vinícola de Stellenbosch, Sudáfrica, se encuentra Ernst Gouws & Co, una bodega que refleja la perfecta armonía entre tradición, pasión por la viticultura y un enfoque moderno hacia la producción de vinos excepcionales. Desde sus inicios, la bodega ha sido sinónimo de calidad y excelencia en la producción de vinos de clase mundial.
Ernst Gouws, un enólogo visionario con más de 20 años de experiencia, fundó la bodega con el sueño de crear vinos que reflejen la diversidad y singularidad del terroir sudafricano. A lo largo de los años, ha reunido un equipo de expertos, desde viticultores hasta ingenieros agrónomos, con el fin de explorar y aprovechar al máximo el potencial de la región.

La bodega se encuentra en una ubicación privilegiada, donde las suaves colinas de Stellenbosch se encuentran con la fresca brisa del océano Atlántico, creando un microclima ideal para el cultivo de uvas de alta calidad. Las viñas se cultivan en suelos ricos en nutrientes y minerales, lo que proporciona una base perfecta para la creación de vinos que no solo son una expresión del terroir, sino también de la dedicación y el conocimiento de quienes los producen.
En Ernst Gouws & Co, cada vino es el resultado de un proceso meticuloso. Las uvas se cosechan a mano en su punto óptimo de madurez, con una selección rigurosa de los mejores racimos para asegurar la máxima calidad. La vinificación es llevada a cabo con una combinación de técnicas tradicionales y modernas, con fermentaciones controladas y el uso de barricas de roble francés que aportan complejidad y estructura a cada vino.
La bodega se enorgullece de ofrecer una experiencia integral a sus visitantes, quienes pueden disfrutar de degustaciones en su elegante sala de cata, con vistas panorámicas de los viñedos y las montañas circundantes. Además, la arquitectura de la bodega, que combina elementos de la tradición local con toques contemporáneos, es una obra de arte por sí misma, creando un ambiente único donde los amantes del vino pueden conectarse con la historia y la pasión detrás de cada botella.
Ernst Gouws & Co es una bodega que no solo produce vinos excepcionales, sino que también ofrece una visión auténtica y profunda de la rica cultura vinícola de Sudáfrica, invitando a cada visitante a sumergirse en la esencia misma de este fascinante lugar.
En el vibrante y soleado corazón de la región vinícola de Riverina, Australia, nace Yellow Tail, una bodega que ha redefinido el vino australiano con su enfoque fresco, accesible y lleno de sabor.
En 2000, los hermanos John y Bertie Casella decidieron emprender un proyecto ambicioso: crear un vino que capturara la esencia de Australia y lo hiciera accesible al mundo. Con una visión clara de producir un vino de calidad que fuera fácil de disfrutar, sin complicaciones ni pretensiones, crearon una marca que rápidamente se convirtió en un referente global.

Yellow Tail se distingue por su enfoque en la simplicidad y la calidad, utilizando uvas seleccionadas de los mejores viñedos de Australia. Desde sus primeras botellas, la marca ha sido sinónimo de vinos frescos, afrutados y fáciles de beber, destacándose especialmente por sus Shiraz, Cabernet Sauvignon y Chardonnay.
La bodega, fundada en 1969 por los padres de John y Bertie, ha crecido desde sus humildes comienzos hasta convertirse en una de las marcas más reconocidas a nivel mundial. A lo largo de los años, Yellow Tail ha mantenido un compromiso constante con la innovación y la sostenibilidad, buscando siempre la manera de optimizar sus procesos y reducir su impacto ambiental.
En el corazón de Barossa Valley, Australia del Sur, se encuentra Yalumba, una bodega que representa la armonía entre tradición, innovación, naturaleza y una pasión inquebrantable por el vino.
Fundada en 1849 por el inmigrante británico Samuel Smith, Yalumba nació del sueño de cultivar viñas en una tierra nueva y fértil. Junto a su hijo Sidney, plantaron las primeras vides a mano en una propiedad de 30 acres en Angaston, sentando las bases de lo que se convertiría en una de las bodegas familiares más antiguas e icónicas del país.
Durante más de 175 años, cinco generaciones de la familia Hill-Smith han liderado este legado, preservando el carácter independiente de Yalumba y su firme compromiso con la calidad y la sostenibilidad.

Barossa, con su diversidad de suelos, altitudes y microclimas, ofrece condiciones ideales para cultivar uvas excepcionales. Allí, Yalumba produce vinos con identidad propia, entre los que destacan sus expresiones de Shiraz, Cabernet Sauvignon y Viognier —una cepa que la bodega ha defendido con orgullo, siendo pionera en su cultivo en Australia.
La bodega integra prácticas tradicionales con tecnología de vanguardia: desde el uso de levaduras autóctonas hasta la elaboración de barricas propias en una tonelería interna, algo único en el continente. Cada vino nace con una filosofía artesanal, donde el respeto por el tiempo y el entorno marcan la diferencia.
Yalumba Wine Room

Una experiencia inmersiva espera a los visitantes en su centro enológico. Rodeado por jardines centenarios y arquitectura histórica, el Wine Room invita a descubrir la historia viva de la bodega, degustar sus etiquetas más reconocidas y recorrer las raíces de la viticultura australiana.
Con un equilibrio entre el pasado y el futuro, Yalumba continúa siendo un emblema de excelencia vitivinícola y una expresión auténtica del alma del Barossa.
Marisco Vineyards es una bodega familiar ubicada en Marlborough, Nueva Zelanda, fundada por el reconocido enólogo Brent Marris.
Con marcas icónicas como The Ned, The Kings’ Series, The Craft Series y Leefield Station, la bodega combina tradición, innovación y una profunda conexión familiar. Inspirado por sus raíces y su legado, Brent —junto a su esposa Rosemary— ha desarrollado vinos galardonados que rinden homenaje tanto a sus antepasados como a las personas clave en su trayectoria. Con la incorporación de sus hijas al proyecto, la familia Marris continúa construyendo un legado duradero en la vitivinicultura neozelandesa.

En Marisco, la pasión por la elaboración de vinos está profundamente arraigada en los diversos terroirs de la reconocida región vitivinícola de Marlborough, en Nueva Zelanda. Con cinco viñedos distintos bajo su gestión, la bodega ha emprendido un viaje extraordinario para crear vinos excepcionales que reflejan las características únicas de cada lugar. Su compromiso con la calidad y la innovación solo es comparable con el profundo respeto por la tierra. Marisco invita a descubrir los sabores y las historias que hacen que sus vinos sean verdaderamente únicos.
Brent Marris – Propietario y Enólogo

Brent Marris creció entre los primeros viñedos de Marlborough, lo que marcó su destino en el mundo del vino. Inspirado por su padre, John Marris —quien en 1973 plantó los primeros viñedos de la región—, se formó como enólogo en el Roseworthy Agricultural College, convirtiéndose en el primer enólogo profesional nacido y criado en Marlborough.
Su carrera despegó en 1985 como enólogo jefe en Delegats Wine Estate, donde desarrolló el estilo de Oyster Bay, una de las marcas más reconocidas de Nueva Zelanda a nivel internacional. En 1994, fundó Wither Hills junto a su padre como viticultor, logrando gran prestigio antes de vender la empresa y, posteriormente, enfocarse en un nuevo proyecto propio.
En 2003, encontró en las orillas del río Waihopai el lugar ideal para dar vida a The Ned, su nueva marca internacional, elaborada con uvas cultivadas en ese terroir excepcional.
Ubicada entre las colinas onduladas del oeste del condado de Sonoma, la denominación Russian River/Green Valley ofrece un microclima ideal para el cultivo de Chardonnay y Pinot Noir
Marimar Torres se trasladó a vivir a California en 1975. Tras dos años de búsqueda, adquirió el terreno y comenzó la plantación del viñedo en 1986. En la actualidad, el Viñedo Don Miguel cuenta con 56 acres cultivados con Chardonnay, Pinot Noir, Albariño, Godello y Tempranillo. Todos los vinos se elaboran exclusivamente a partir de uvas cultivadas en la propiedad.

Nombrado en honor al difunto patriarca de la familia, este viñedo destaca por su carácter singular dentro de California, ya que presenta un enfoque completamente europeo. Las vides se conducen muy cerca del suelo sobre un emparrado vertical abierto, siguiendo la pendiente de una ladera orientada al este. Se utilizan portainjertos resistentes a la filoxera y la densidad de plantación alcanza las 2.000 vides por acre, cuadruplicando el estándar californiano. Esta alta densidad fomenta la competencia entre raíces y reduce de forma natural el vigor de las plantas, lo que disminuye el rendimiento por cepa.
Aunque los rendimientos son bajos y el trabajo es intensivo, este sistema permite que las vides vivan más tiempo y produzcan uvas con mayor concentración de sabor, aromas más finos y elegantes, y un mejor equilibrio. Para aportar mayor complejidad a los vinos, Marimar realizó una exhaustiva investigación y seleccionó diversos clones para cada variedad: See, Rued y Spring Mountain para el Chardonnay; y Cristina 88, Swan, Pommard, Lee, Dijon 115 y Dijon 667 para el Pinot Noir. Cada clon aporta características únicas al ensamblaje final, dando lugar a vinos con una profundidad y riqueza de matices excepcionales.
Hospitalidad californiana con sabor español

La bodega ofrece una experiencia única que fusiona tradición catalana y hospitalidad californiana. Su ala de recepción, decorada con piezas antiguas traídas de Cataluña, incluye una cocina profesional y un comedor con chimenea, evocando los encuentros familiares tras una jornada en el viñedo.
Abierta todos los días para catas y visitas con cita previa, la bodega acoge con entusiasmo a quienes comparten su pasión por el vino. Sus vinos, elaborados para armonizar con la gastronomía, están dirigidos a un público exigente y conocedor. Restaurantes de prestigio, tiendas especializadas y coleccionistas forman parte de su red de fieles seguidores. Más allá de vender una botella, su filosofía se basa en construir relaciones duraderas con cada cliente.
Hacer un buen vino lleva tiempo; crear uno excepcional, toda una vida.
Desde 1982, Kendall-Jackson ha cultivado sus viñedos en los ricos suelos de la región vinícola de California, construyendo una reputación basada en la excelencia y la innovación. No solo marcó un hito con el “Chardonnay favorito de Estados Unidos” ni por ser pionera en la viticultura sostenible—la bodega trabaja cada día para superar sus propios estándares. Más de 40 años de compromiso con la calidad y la tierra respaldan cada botella, guiando a su equipo hacia un futuro tan brillante como sus vinos. Kendall-Jackson invita a descubrir esta historia, y a disfrutarla copa a copa.

Los viñedos de Kendall-Jackson se encuentran distribuidos a lo largo de las regiones costeras de clima fresco de California, ubicándose estratégicamente en zonas elevadas como montañas, laderas, mesetas y colinas. Estas ubicaciones, de impresionante belleza natural, ofrecen a sus enólogos una amplia paleta de aromas y sabores con los que elaboran vinos de notable profundidad y complejidad.
Ser considerado un viñedo “costero” no es sencillo. Aunque la mayoría de los viñedos en California se clasifican como “interiores”, solo el 15 % corresponde a zonas costeras, y dentro de este grupo, apenas el 5 % se sitúa en áreas montañosas, laderas, mesetas y colinas. Cultivar en estos terrenos presenta desafíos significativos tanto para el viticultor como para la vid, pero son precisamente estas condiciones exigentes las que permiten obtener uvas con mayor concentración, carácter e intensidad. En última instancia, el sabor lo es todo.
Kendall-Jackson, Socio Oficial de la NBA

Como socio oficial de vinos de la NBA, Kendall-Jackson celebra la pasión por el juego con la misma dedicación que pone en cada botella. En una liga donde las estadísticas, los titulares y el vino ocupan un lugar destacado, Kendall-Jackson se une a los fanáticos para ofrecer nuevas razones para brindar. Desde el NBA All-Star 2025 hasta cada jornada de partido, la bodega invita a vivir la temporada celebrando con estilo y sabor.
Lo más importante es la pasión por los vinos y el compromiso con la calidad.
Fundada en 1974 por Jerry Lohr, pionero visionario del vino californiano, J. Lohr Vineyards & Wines es hoy una de las bodegas familiares más respetadas de Estados Unidos. Con raíces profundas y un enfoque en la calidad, esta bodega combina más de cinco décadas de pasión vinícola con un firme compromiso con la sostenibilidad.

En J. Lohr, cada vino refleja el carácter del terruño y la precisión enológica que ha definido a la familia Lohr durante generaciones. Su portafolio abarca desde vinos accesibles y expresivos hasta etiquetas de alta gama reconocidas internacionalmente.
Entre sus líneas más destacadas se encuentran:
- J. Lohr Estates: vinos jóvenes y vibrantes, como el famoso Seven Oaks Cabernet Sauvignon.
- J. Lohr Vineyard Series: expresión pura de parcelas específicas, con más complejidad y crianza.
- J. Lohr Cuvée Series y Signature: vinos de autor, elaborados en partidas limitadas, ideales para coleccionistas y ocasiones especiales.
Además, la bodega es líder en prácticas sostenibles: riego por goteo eficiente, energía solar, biodiversidad en los viñedos y certificación “Certified California Sustainable Winegrowing”, asegurando un vino con responsabilidad ambiental.
La historia de J. Lohr es también la historia del crecimiento del vino californiano en el mundo. Desde sus inicios en Monterey y Paso Robles, ha sido una de las marcas clave en llevar el carácter de California a las mesas del mundo, con vinos expresivos, honestos y fieles a su origen.
Enoturismo en tres regiones icónicas de California

J. Lohr gestiona más de 1.400 hectáreas de viñedos propios en tres de las regiones más emblemáticas del estado:
- Monterey (Arroyo Seco): En el corazón de la Costa Central, con brisas marinas y nieblas matinales que favorecen blancos frescos y aromáticos como Chardonnay y Riesling, y tintos delicados como Pinot Noir.
- Paso Robles: En el interior, con climas más cálidos ideales para vinos robustos como Cabernet Sauvignon, Merlot, Syrah y Petite Sirah. Aquí nacen algunos de sus tintos más premiados.
- Napa Valley (Carol’s Vineyard): Viñedo boutique que produce algunos de los Cabernet más elegantes de la casa, en homenaje a Carol Lohr, esposa del fundador.
Una travesía ideal para los viajeros que buscan lo mejor del vino californiano, en paisajes que combinan viñedos ondulantes, arquitectura moderna y un clima privilegiado.
Navegar en aguas conocidas siempre resulta más sencillo, pero la historia de Terrazas de los Andes comenzó hace más de tres décadas, cuando un equipo visionario supo identificar el enorme potencial de Mendoza y la majestuosidad de Los Andes, mucho antes de que Argentina se destacara en el mapa enológico mundial.
Impulsados por la convicción de elaborar vinos finos de clase internacional, emprendieron un camino hacia lo desconocido, explorando las alturas andinas en busca de una expresión varietal elegante y precisa. Encontraron ese carácter distintivo en las terrazas de clima fresco y elevada altitud que definen a Mendoza.
Fue en ese encuentro sublime entre cielo y tierra donde nació Terrazas de los Andes, un proyecto que encarna la armonía entre naturaleza, altura y excelencia enológica.

Terrazas de los Andes cultiva sus viñedos en terrazas naturales a gran altitud, ubicadas en las estribaciones de la Cordillera de los Andes, en Mendoza. Estos terrenos se caracterizan por suelos aluviales pobres en materia orgánica, excelente drenaje y una marcada amplitud térmica entre el día y la noche. Estas condiciones únicas favorecen una maduración lenta y equilibrada de las uvas, dando como resultado vinos elegantes, intensos y con gran expresión varietal.
El expertise de Terrazas de los Andes está respaldada por nuestro equipo de soñadores y visionarios, quienes se guían por una personalidad aventurera y respetuosa con el entorno que nos rodea, siempre comprometidos con la calidad de nuestros vinos.
Un santuario entre viñedos y montañas

Al pie de la Cordillera de los Andes, Terrazas de los Andes abre sus puertas a quienes buscan una conexión auténtica con el vino y la montaña. En una bodega del siglo XIX rodeada de viñedos de altura, los visitantes pueden disfrutar de una experiencia inmersiva en el mundo vitivinícola argentino.
Las visitas guiadas y degustaciones permiten conocer el proceso de elaboración del vino desde su origen, recorriendo los viñedos y las instalaciones mientras se disfruta de la frescura y elegancia que distingue a cada etiqueta.
El restaurante de la bodega propone un menú basado en ingredientes locales y sabores típicos de la cocina argentina, cuidadosamente maridados con los vinos de la casa. Bajo la dirección de la chef Noelia Scquizziatto, la experiencia gastronómica se transforma en un verdadero homenaje a la montaña, la tierra y el vino.
Para quienes buscan una vivencia completa, la casa de huéspedes ofrece seis habitaciones decoradas con arte local, confortables y acogedoras, en el corazón mismo de la bodega.
Raventós Codorníu es una de las familias de tradición vitivinícola más antigua de España. Dedicada a la vitivinicultura desde 1551, suma más de 465 años haciendo vinos y cavas que se disfrutan en todo el mundo.
Con una historia de más de cuatro siglos en Europa, Raventós Codorníu buscó expandirse hacia los grandes terruños del Nuevo Mundo. Así fue que se estableció en 1991 en Napa Valley y, tras evaluar minuciosamente diferentes zonas, en 1999 eligió Agrelo, Luján de Cuyo, en Mendoza, Argentina, por sus características inmejorables para elaborar vinos de nivel internacional.

Luego de años de búsqueda de un terruño excepcional en el Nuevo Mundo, la génesis de la séptima bodega de Raventós Codorníu comenzó en el año 1999 y se construyó en 2001 en Agrelo, Luján de Cuyo, Mendoza, al pie de los Andes y a 1.050 metros sobre el nivel del mar.
Nuestro nacimiento se encuadra en un modelo de bodegas que fue trascendental para la vitivinicultura argentina. Con muchos de los establecimientos que datan de comienzos del siglo XXI compartimos características similares que le aportaron prestigio y diversidad a la industria: herencia y know how europeo, fincas propias, elaboración de vinos Premium y respeto por el terruño.