Para muchos, Kanonkop es considerado el equivalente sudafricano de un Premier Cru o First Growth. Para otros, Kanonkop no es solo una finca vinícola. Es un lugar de belleza natural donde la hospitalidad, los valores familiares, la tradición, la historia y los personajes interesantes son tan esenciales para nuestra capacidad de crear magníficos vinos como los antiguos suelos de granito descompuestos, el aire fresco del Océano Atlántico y los viejos viñedos de secano.
Kanonkop Wine Estate está situado en Stellenbosch, la región de vinos tintos premium de la provincia del Cabo Occidental de Sudáfrica.
Kanonkop es una bodega familiar de cuarta generación, que se ha transmitido de generación en generación y ahora está en manos de los hermanos Paul y Johann Krige.
Los primeros vinos que llevaron la etiqueta Kanonkop se produjeron en 1973.
Para los amantes del vino familiarizados con los castillos y dominios centenarios de Burdeos y Borgoña respectivamente, la historia vitivinícola de nuestra finca puede parecer sorprendentemente joven.
Porque 1973 fue el año en que empezó la lucha de Kanonkop por un lugar en los anales de la grandeza del vino sudafricano, apenas tres años antes de la muerte del hombre a quien la bodega debe todo lo que ha logrado y todo el reconocimiento que ha obtenido: Paul Sauer.
Ubicada en las laderas de la majestuosa cordillera Simonsberg, en la prestigiosa región de Stellenbosch, Kanonkop es una bodega familiar con una trayectoria que se remonta a más de un siglo.
Reconocida como una de las casas vinícolas más emblemáticas de Sudáfrica, Kanonkop ha convertido el terroir africano en sinónimo de excelencia, tradición y carácter.
Su nombre proviene del «cañón de la colina», una antigua señal de aviso que se disparaba para anunciar la llegada de barcos a Ciudad del Cabo.
En Kanonkop, es el espíritu y la presencia de los hermanos Johann y Paul Krige lo que sin duda vive a través de los vinos.
Como custodios del legado de Paul Sauer, son sus nietos quienes supervisan las operaciones diarias de la propiedad.
A pesar de un generoso componente de personal en los viñedos y la bodega, en la oficina de ventas y en el concurrido lugar de cata de vinos, la responsabilidad recae en los Kriges.
Para ellos, cada botella de vino que lleva la etiqueta Kanonkop es más que una botella de vino de la granja que poseen: es parte de su ser, algo que ellos, su abuelo y sus padres han convertido en uno de los grandes vinos del mundo.
Kanonkop Estate
Los visitantes son bienvenidos en Kanonkop…
Desde la entrada a la finca, los robles centenarios nos guiarán hasta nuestra sala de catas y bodega.
Si es verano (finales de enero a marzo), estarás expuesto a las vistas, sonidos y olores de la cosecha en curso, algo que ningún entusiasta del vino debería perderse.
¡En definitiva, es el alma de Kanonkop!
